Solo, Sáenz se quedó sin voceros y el domingo terminó golpeado

Ninguno dio la cara ante el papelón del acto de Güemes y la renuncia de Aguilar al COE. Matías Posadas sólo aparece para las “buenas noticias”. 

En el Centro Cívico Grand Bourg el horno no está para bollos. Es que el gobernador Gustavo Sáenz está pasando unos de sus días más difíciles dentro del Gobierno y, peor aún, sus ministros y colaboradores se escondieron.

El escándalo con los gauchos y las organizaciones sociales en los actos por los 200 años del paso a la inmortalidad del Héroe Gaucho, calaron muy profundo. Para el salteño tipo, lo que ocurrió el miércoles pasado fue una falta de respeto al pueblo y a su historia. Y no hubo vuelta atrás.

El jueves, viernes y sábado Sáenz fue blanco de las críticas por el papelón nacional. Más allá del esfuerzo de los medios oficialistas por hacer quedar bien al gobernador y su equipo, todo fue en vano.

El jueves a la tarde noche, Francisco Aguilar el titular del COE sintetizó la crisis que atraviesa el Gobierno. Dijo que renunciaba y que ni el Gobierno ni el COE tenían autoridad moral para decirle a los ciudadanos qué podían hacer y qué no. Nadie se apareció.

Los voceros de las buenas noticias, como el secretario de la Gobernación y candidato a senador oficialista Matías Posadas, se borraron. Desde el miércoles, recién apareció hoy con la vacunación a mayores de 18.

La mesa chica del gobernador tomó nota de esto. “A la primera que sale mal, nadie da la cara”, dijeron y prometen acordarse de esta semana.

La soledad y lo mal asesorado que está Sáenz quedaron al descubierto el domingo a la noche cuando, a través de sus redes sociales, decidió pedirles perdón a los salteños pero no tomar una sola medida al respecto. Tan negativo fue el impacto del mensaje que ni los seguidores del mandatario, avisados con anterioridad de la conferencia para que comenten en las redes, pudieron disimular el enojo de los salteños. “Eran diez contra uno los mensajes”, decían estupefactos asesores del Gobierno.

Ahora el temor en el Grand Bourg ya se traslada a lo electoral y temen que esto se pueda traducir en los resultados del próximo 15 de agosto. Quien se relame con esta crisis es el periodista y diputado nacional Martín Grande, que con menos aciertos propios y más errores del contrario, buscará capitalizar todo lo que hace mal o no hace Sáenz.