Pachamama, no los perdones porque saben lo que hacen

El 9 de agosto se conmemora el Día Internacional de los Pueblos Originarios.

Por Carla Morales Ríos

Para quienes nacimos y seguimos habitando lo que fue, hace más de 5 siglos, el Tawantinsuyo, sabemos lo que el 1ro. de agosto significa… con más o con menos conciencia, pero lo sabemos.

Esta celebración a la Pacha dura todo el mes.

Desde entrada la medianoche y hasta finalizando la mañana se comienza a sentir en el aire el aroma a sahumerio, esos preparados que incluyen incienso, mirra, sándalo, copal, k’oa, papel picado, serpentina, hojas de coca, ruda, entre otras hierbas, también misterio, cigarrillo y hasta billetes de cotillón.

Para honrar a la Pachamama muchas familias y comunidades nos reunimos para celebrarla y agradecerle por lo dado y ofrendarle. Muchxs expresan sus deseos  este nuevo año.

La ofrenda consiste en abrir la tierra y colocar dentro de la misma bebidas: agua, alcohol, cerveza, chicha y algunas familias hasta dejan vinos en botella, esperando ser abiertos al próximo año, y cualquier bebida que nos podamos imaginar, pero siempre lo mejor. También semillas de girasol, maíz, poroto; papa, choclo, más verduras y frutas, golosinas, comidas elaboradas como empanadas, locro, picante, cordero, cabrito… es bienvenido todo alimento que nosotrxs comeríamos.

Dependiendo de las regiones, las comunidades y las ancestralidades varían los rituales.

El sincretismo cultural es el resultado de la colonización, que fue de conquista y exterminio. Quinientos años después seguimos aquí meta ofrendarle a la Pacha. Quizás no entendamos el proceso que se llevó a cabo cuando nuestros pueblos entraron en contacto y nuestras tradiciones comenzaron a mezclarse.

Con solo agradecer y ofrendar no alcanza.

Siento que estas celebraciones se las termina comiendo el capitalismo voraz. Donde todo es comprar y tirar, sin importar.

Pero ¿entonces? ¿estamos realmente haciéndonos cargo de nuestro consumo, o simplemente decimos «Pachita» para sentirnos parte de esa pertenencia que creemos que nos hace cool y diversxs?

No nos cuesta nada llevar la bolsa para comprar el pan, llevar el envase retornable, separar la basura, usar pilas recargables y cada vez menos comprar pilas alcalinas, hacer nuestro propio compost… algo de eso tiene que cambiar en cada unx de nosotrxs, sino terminamos repitiendo solo una frase: Pachamama, kusilla, kusilla!

Necesitamos promover el cuidado de la tierra desde la educación para un verdadero cambio, pero parece ser que eso no es parte de la agenda en post del cuidado de la Madre Naturaleza.

El poder gobernante colonial de este país y de esta provincia es civilizatorio y racista, tanto así que encubre su propia impunidad.

Históricamente, sus complicidades han sido respaldadas por ellos mismos.

La campaña electoral es una muestra de cómo se perpetúa en el poder la oligarquía salteña. Los mismos nombres, las mismas mierdas, que usan nuestra cultura para sesgarnos y seguir ejerciendo su poder blanco.

El acuerdo de las megafactorías porcinas con China, los agrotóxicos, la megaminería, la exploración sísmica, la deforestación, la explotación laboral y otras son palabras que retumban en mi cabeza.

Retumban en mi cabeza como retumban en la tierra, la Pacha.

Sequías, inundaciones, el cambio climático, enfermedades que llevaron a esta pandemia -y más-, son el resultado de la política extractivista.

Por eso quiero celebrar a la madre tierra con los viejos rituales y los nuevos pensamientos.

Celebrarlo con todxs mis hermanxs que andamos llevando carteles, reclamando por derechos, denunciando los atropellos.

Abramos los ojos y comencemos con nosotrxs mismxs.

A quienes habitamos estas tierras y quizás no entendamos cómo funciona el este sistema perverso, los invito a ver el documental «En el nombre del Litio», que está para verlo gratis y onli…

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