Alberto Fernández ante el Foro de Davos: «No hay lugar para ajustes irresponsables»
El Presidente criticó el «endeudamiento tóxico» y destacó que el dialogo con el FMI «está en marcha». Fue al exponer de forma virtual ante el Foro Económico Mundial de Davos.
El presidente Alberto Fernández criticó este jueves el «endeudamiento tóxico», destacó que el diálogo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) «está en marcha» y advirtió que «no hay lugar para ajustes irresponsables que son imposibles de cumplir». Lo hizo al exponer de forma virtual ante el Foro Económico Mundial de Davos 2021.
Para Fernández, los ajustes irresponsables «perjudican la credibilidad tanto de los dirigentes como de quienes otorgan asistencias irreales», sostuvo en uno de los tramos de su alocución, en alusión al préstamo otorgado por el FMI durante la administración de Mauricio Macri.
Mediante una videoconferencia desde la Residencia de Olivos, Fernández dijo que «la pandemia demostró que debe haber cooperación entre lo privado y lo público», y afirmó que «la vacuna debe ser un bien global«.
En esa línea, el mandatario explicó que hubo «conversaciones con laboratorios para la adquisición de vacunas» y destacó «el esquema de integración productiva con México» para la elaboración de la vacuna «Oxford-AstraZeneca para toda Latinoamérica».
Fernández aseguró que se vive «un tiempo en el que se ponen a prueba todos los paradigmas» y abogó por poner la atención en «los más vulnerables, en los últimos», lo cual «no es una teoría sino una convicción» de su Gobierno «desde el inicio de la pandemia».
Además, anunció la creación de un Consejo de Desarrollo Económico y Social «con todos los sectores» para «consolidar rumbos previsibles a largo y mediano plazo», que reflejen el «compromiso con la inversión y el trabajo» de su Gobierno.
El primer mandatario consideró al sector privado «es un socio esencial para encarar las reformas, tan esencial como lo es la fuerza del trabajo», señaló que «la economía debe recuperar el sentido épico que ha perdido» y llamó a «dejar atrás el capitalismo infeliz».
Por último, expresó que «llegó el momento de unir fuerzas para abordar problemas endémicos» de los pueblos, como la pobreza, a través de una ética que deje atrás el «capitalismo infeliz» y vaya hacia «un desarrollo sustentable e inclusivo» basado en la «solidaridad».